La destilería de bioetanol es la unidad de negocio clave que conecta y potencia al resto de las áreas, siendo el eje que mantiene en marcha nuestra economía circular. A partir de productos renovables como el maíz, producimos energía limpia —alcohol destinado a la generación de energía— y, al mismo tiempo, obtenemos alimento para el ganado.
De esta manera, maximizamos la producción usando la misma cantidad de recursos naturales, logrando que los subproductos de una unidad de negocio se conviertan en insumos esenciales para otra. Esto genera un circuito interno eficiente y sustentable, donde nada se desperdicia.
¿Por qué instalar una planta de bioetanol en Las Chilcas?
Mejora en los índices productivos del feedlot
Tener la planta de bioetanol a pocos metros del feedlot permite que la burlanda llegue a los corrales fresca, con buen aroma y palatable para los animales. Esto favorece el consumo de alimento y ayuda a mantener mejores condiciones nutricionales, impactando directamente en la productividad del ganado.
Reducción del estrés y la mortandad
La burlanda —por ser una sustancia ligeramente dulce— incentiva a los terneros recién llegados, que suelen estar estresados por la separación de la madre y el transporte, a acercarse al comedero más rápido. Esto es clave, ya que los primeros 10 días son los de mayor riesgo de mortandad. Al lograr que empiecen a comer antes, se mejora su recuperación, adaptación y supervivencia.
Ahorro en costos de comercialización
Al procesar el maíz directamente en la planta dentro de Las Chilcas, evitamos costos de transporte, fletes y comisiones comerciales por la venta externa. Esto no solo reduce gastos, sino que también agiliza la producción y aumenta la rentabilidad del negocio.
La planta de bioetanol no solo impulsa nuestra producción, sino que también optimiza cada eslabón de nuestra economía circular, integrando eficiencia, bienestar animal y ahorro económico.