• Maíz: 60% de nuestra producción.

• Soja, trigo, maní y alfalfa: Cultivos que completan nuestro sistema productivo diversificado.

Implementamos siembra directa en el 100% de nuestra superficie, reduciendo el impacto en el suelo y promoviendo su conservación.

Beneficios clave:

• Mayor cobertura de rastrojos: Protege el suelo y mejora la fertilidad.

• Mejor infiltración de agua: Menos escurrimiento y más humedad retenida.

• Reducción de la erosión: Suelos más sanos y productivos.

• Rotación de cultivos:  Para mantener la biodiversidad y mejorar la estructura del suelo.

Integramos herramientas de agricultura de precisión para maximizar el rendimiento y minimizar el impacto ambiental.

Mapas de cosecha: Análisis detallado de la productividad de cada lote.
Imágenes satelitales: Seguimiento del estado del cultivo en tiempo real.
Plataformas integrales: Decisiones basadas en datos concretos.
Prescripciones ajustadas: Fertilización y aplicaciones según la necesidad exacta de cada sector.

Aplicamos una combinación estratégica de 30% fertilizantes sintéticos y 70% orgánicos, manteniendo la productividad mientras regeneramos el suelo.

Líquidos: Cañón regador para una distribución precisa y homogénea.
Sólidos: 2 bateas Akron que garantizan la aplicación uniforme de fertilizantes sólidos orgánicos.

Contamos con un pivot de riego que nos permite regar dos círculos de 62 hectáreas cada uno, asegurando una distribución homogénea y cuidando el recurso más valioso: el agua.

Implementamos curvas de nivel en los terrenos con pendiente, reduciendo la erosión y mejorando la infiltración de agua. Esta práctica nos permite proteger el suelo y aprovechar al máximo cada hectárea, manteniendo la productividad y cuidando el ambiente.

Beneficios clave:

• Menos erosión: Frenamos el escurrimiento del agua.

• Mejor infiltración: El agua penetra más y queda donde el cultivo la necesita.

• Mayor estabilidad del suelo: Conservamos la fertilidad natural del terreno, evitando perdidas de suelo por escorrentía.